El primer correo electrónico en el mundo se envió en el año 1971, pero su utilización como estrategia de marketing no llegaría hasta un tiempo después, en 1978. Se puede decir, por tanto, que el email marketing es una de las formas primigenias de hacer marketing digital.
Pues bien, más de 50 años después de su invención y más de 40 tras su inclusión como estrategia de marketing, sigue siendo un canal de comunicación tremendamente utilizado. De hecho, un estudio elaborado por Statista afirma que el 86% de los consumidores desearían recibir mailing promocional de las compañías con las que hacen negocios una vez al mes, y un 15% desearía recibirlos diariamente.
Con un plan bien ejecutado, el email marketing pasa a ser una herramienta fantástica de conversión y atracción de clientes, ya que sirve para impulsar campañas desde su promoción hasta el servicio posventa.
Las características de los correos al hacer email marketing
A la hora de planear campañas de email marketing hay que intentar que los envíos sean relevantes, valiosos, integrados, orientados y esperados por los clientes. Valioso implica que el destinatario tiene interés en recibir el correo porque ayuda a solventar alguna duda o le genera curiosidad.
Por relevante nos referimos a bien dirigido hacia la audiencia objetivo. Es vital distinguir entre distintos tipos de público para seleccionar bien los correos a enviar. Y a partir de ahí, que los destinatarios sepan que van a recibir estos mails, para reducir la tasa de rechazo.
Una comunicación constante y de calidad con los contactos asegura más reconversiones. En este punto hay que recordar la obligatoriedad para incluir la opción de poner fin a la suscripción para dejar de recibir correos.
La orientación tiene que ver con el destino de la campaña, es decir, qué objetivo tienen los envíos: fidelizar clientes, lanzar una información a los suscriptores, generar nuevos leads. En este sentido, todos los elementos que forman parte de la estrategia de email marketing deben enfocarse para lograr ese fin.
Finalmente, la integración hace referencia a ejecutar acciones dentro de las campañas que permitan analizar de manera completa los resultados. Esto obliga a incluir plataformas de bases de datos, herramientas de envío, seguimiento de interacciones y análisis de resultados en tiempo real. Todo esto se puede lograr mediante gestores de correo electrónico.
Los elementos imprescindibles de una campaña de email marketing
Junto con las características, otra parte esencial del email marketing son los elementos o componentes. El primero es el objetivo, es decir, definir qué se quiere conseguir con la campaña a través de parámetros medibles como la tasa de apertura, el número de conversiones o la ganancia de suscriptores.
La audiencia es otra parte fundamental. Como ocurre en toda comunicación, si la persona que recibe esa información está verdaderamente interesada en el contenido, las opciones de que la relación de confianza se asiente irán a más. Aquí juega un papel clave la segmentación, que se logra a partir de una buena base de datos.
La segmentación sirve para introducir el tercer elemento, el de la oferta, centrado en el buyer persona, que no es más que el cliente perfecto, con sus necesidades, intereses y recursos. Una vez definimos esta figura podemos lanzar ofertas que sean valiosas.
El punto final es el del mensaje. Si no existe relación previa con el cliente potencial toca lanzarle un email de presentación que sea conciso, atractivo y desafiante, para lograr el interés del receptor. Y si ya son clientes fidelizados, redactar mensajes consistentes con lo que se ofrece, con un contenido bien adaptado a sus necesidades y que no sea disruptivo ni genere rechazo.
Las métricas del email marketing
El conjunto de acciones finales a dominar es el que incluye a las métricas, es decir, todos aquellos parámetros que determinan si la campaña está siendo exitosa. Son muy variados, pero los más destacados son el porcentaje de envíos exitosos y rebotados, los emails que pasan a la carpeta de spam, las tasas de apertura y cliqueo, el tiempo de lectura, la ganancia de suscriptores, los links y elementos más clickeados o el tipo de dispositivo utilizado para abrir el correo.
La obtención de estos datos solo es posible si se cuenta con herramientas adaptadas a tal fin. Y en ellas es importante que tengan la capacidad de controlar esas variables en tiempo real, de manera inmediata. Solo así podremos evaluar el éxito real de la campaña.