Todo emprendedor digital sueña con fundar su startup y convertirla en la nueva Facebook, Airbnb o Uber, hacer lo que siempre ha soñado y tener éxito a gran escala. Para ello, se prepara, se forma, acude a todos los congresos habidos y por haber, funde su cuenta de Linkedin conectando con profesionales afines que puedan demandar sus productos, o por lo menos, promocionarlos, y gestiona a nivel técnico el SEO, SEM o el link building. Todos estos, son algunos de los requisitos por los que el fundador de una startup debe pasar y son como el A, B, C tecnológico.
¿Pero que ocurre con la creatividad en las startup?
Las startup por definición, son creaciones que nacen con pocos recursos, y necesitan unos esfuerzos colosales para alzar el vuelo en un cielo lleno de vuelos chárter. Es aquí donde la creatividad juega un papel importantísimo y gracias a ella, en los últimos tiempos se ha acuñado un nuevo término para nombrar a una nueva línea del marketing digital que va a dar mucho que hablar, el «growth hacking».
Para entender bien el término, se deben redefinir los parámetros tradicionalmente aceptados en dos conceptos básicos como son: el producto y la distribución.
Producto
Internet y las startup tecnológicas, han cambiado radicalmente la definición de producto. Los expertos en marketing definían los atributos del producto que buscaba suplir las necesidades de un público objetivo, pues bien, ahora existen productos que cumplen su cometido con la propia adopción del mismo y no antes. ¿No consiguen imaginarlo?, pues aquí va un ejemplo, nuestra cuenta de Twitter es un producto, es un servicio que suple nuestra necesidad de comunicar y ser comunicados, pero el simple hecho de poseerla no suple nada, tan sólo si otras personas la tienen, interactúan y hacen uso de sus distintas atribuciones, se consigue cubrir esa necesidad de comunicación citada. Por tanto, se podría hablar de productos colectivos. Si cuando WhatsApp era una startup emergente, no hubiera tenido una adopción tan viral, no habría tenido el éxito tan rotundo que tiene, y que otros competidores como Line o Telegraph no han podido alcanzar.
Distribución
Actualmente, las startup digitales no conciben su negocio sin el entorno online, pero hay que ir un paso más allá, y considerar Internet como un «arma de distribución masiva». Se deben buscar oportunidades allá donde las halla, y es que, si además de conocer los usos de la red, las startup saben cómo se mueve la gente en Internet, los datos que generan, hacia dónde se dirigen y las ideas que surgen, conocerán también como distribuir y posicionar su producto de una forma exitosa.
Entonces, ¿qué significa exactamente el término Growth Hacking?
El Growth Hacking hace referencia a todas aquellas técnicas usadas para hacer crecer tu startup de una manera vertiginosa y que escapan a convencionalismos. Tratan de mejorar la posición de negocio a pesar de tener unos recursos limitados, con actitud proactiva, evaluando a través de métricas y sobre todo de una forma extremadamente creativa. Algunos de los ejemplos más claros, son el caso de Dropbox o el éxito de Airbnb.
Me despido lanzando una pregunta, ¿qué «locuras» haríais vosotros para hacer prosperar vuestra startup?
Imagen cortesía de Maureen Flynn-Burhoe en Flickr