Saber gestionar personas es un gran arte, el equipo humano es la parte más importante de cualquier compañía y normalmente de la que depende en gran medida el éxito o el fracaso a nivel empresarial.

Saber definir aquello que motiva a los empleados para estimularles con recompensas que valoran, es una estrategia básica para aumentar la productividad y la satisfacción de los trabajadores.

Definir un programa efectivo de incentivos es clave en cualquier compañía para mejorar la productividad, mejorar el rendimiento, el clima laboral, reducir el absentismo…

Aunque los incentivos de carácter económico suelen parecer los que los empleados más valoran. Hay otro tipo de incentivo que suele tener mucho éxito en la productividad y son de carácter no económico. Se trata de los viajes de regalo para los empleados.

Regala viajes para conseguir un equipo más relajado y eficiente

No se puede negar que el sueldo es el principal motivador para cualquier trabajador. Ya que el dinero es la base por la que se mueve nuestra sociedad. Pero es cierto que agregar incentivos de carácter no económico puede mejorar la atracción y retención del talento en empresas que saben implementarlo entre sus trabajadores con una estrategia eficiente.

Existen dos opciones a la hora de regalar viajes a los empleados:

Viajes de equipo

Los viajes de equipo son divertidos, en ellos se genera un ambiente informal que ayudará a que las personas se conozcan mejor, fortalezcan sus vínculos y será el inicio de una relación más personal.

Se ha comprobado que este tipo de incentivos mejora la percepción que los trabajadores tienen de la compañía, su comprimo con ella y además consigue generar un equipo más cohesionado y eficiente. ¡Win-Win!

Viajes personales

Por otro lado, ofrecer bonos regalo en forma de viajes personales para los trabajadores puede ser igualmente beneficioso para todas las partes. Los viajes son relajantes, reducen el estrés, nos ayudan a desconectar unos días, recuperar energía, creatividad… De esta forma, la compañía conseguirá un equipo más alegre, con menos estrés, menos tensión y con más energía para dedicar al trabajo.

En ocasiones se puede caer en el error de pensar que para ello es necesario tener grandes presupuestos, pero nada más lejos de la realidad. Basta con un viaje a formentera, a Mallorca o a cualquier otra región nacional con encanto.

También puedes complementar este tipo de incentivo con otros no monetarios que cada vez son más comunes como ofrecer horarios flexibles, ser amable con los trabajadores para generar un clima de confianza, formación complementaria…

Al final, lo importante es pensar en el equipo humano como un cliente interno al que también debes aportar un valor diferencial, conseguir que esté satisfecho y que se sienta vinculado con tu marca para que saque lo mejor de si mismo dentro de la empresa. Para ello, será necesario saber qué necesidades tienen, qué valoran y cual es el mejor canal para ofrecérselo.