De acuerdo con Adam Grant, quien es profesor administrativo de Wharton, además de autor del libro Originals, menciona que se requiere fomentar en los niños una identidad que les permita decir que son personas que no se conforman, alguien que no sigue a la multitud. Según esto, los padres de hijos que son altamente creativos, tienen un pensamiento diferente con respecto a la forma de educar a los hijos en dos aspectos fundamentales.
1. Refuerzo positivo al niño y no al resultado
Primero, los padres elogian a los niños y no a la acción en particular que realizan. Es decir, cuando su hijo crea algo muy creativo, en lugar de decirle que ese es un dibujo o una pieza de arte muy creativa, la niño se le dice que el es una persona muy creativa. Al hacer esto se le esta ayudando a desarrollar un sentido de ser una persona creativa con ideas que son diferentes y sobre todo únicas.
Grant menciona que resulta muy tentador reforzar el comportamiento, cuando lo que se tiene que hacer es ayudar a los pequeños a que ellos mismos vean ese comportamiento como una parte esencial de lo que son, de tal manera que cuando crezcan no pierdan esa capacidad de creación.
La idea de elogiar al niño y no la acción como tal, surge a partir de un estudio en el que se determinó que los niños eran mucho más generosos después de que habían recibido elogios por su carácter, en comparación con aquellos en los que se elogiaban sus acciones. Cuando se les hace un elogio a su carácter, se les ayuda a interiorizar dichas virtudes como parte de su identidad.
2- Dejar las reglas estrictas en un segundo plano
Otro de los aspectos que se destacan tienen que ver con no establecer demasiadas reglas para los niños. Aquí también se hace hincapié en un estudio de la Universidad de Boston en la que se comparó a las familias de los niños que eran muy originales con las familias de niños que tenían habilidades extraordinarias. El resultado fue que los padres de los niños normales tenían como media seis regalas, en tanto que los padres de niños muy creativos, tenían como media al menos una regla.
Para este profesor, si siempre se le dice a los hijos lo que deben hacer, cuando llega el momento de que ellos solos enfrenten una situación, harán lo que están acostumbrados a hacer, mientras que cuando se les a los hijos la libertad de elección mediante el establecimiento de menos reglas, una vez que se les presentan los problemas tienen la suficiente capacidad de innovar y encontrar las mejores soluciones.