La tecnología es cada vez un componente más importante en nuestra vida y nuestras actividades diarias, pero también lo son las compañías tecnológicas globales las que están marcando el comienzo de la era digital. Facebook, Google, Apple, Uber, son solo algunas de las empresas que están cambiando y fomentando la inclusion digital, además de la forma en la que estamos utilizando la tecnología.
Conforme se definen, también pueden determinar el grado de apertura de estos dispositivos y productos. Si no se controla, la falta de apertura digital puede tener efectos no deseados sobre la competencia y la innovación. También es un hecho que todas estas empresas de tecnología y muchas más como ellas, han contribuido enormemente a las comunidades en las que se opera con un enfoque como el de Google.
La energía renovable y el soporte a la comunidad, ha demostrado así por la Copa de Innovación Social de China, así como la introducción de la función Donar de Facebook, han conseguido resultados ambientales socialmente positivos que vale la pena destacar. A pesar de ello, su dominio en el mercado les da licencia para determinar el nivel de apertura de sus productos y servicios digitales, por lo que en ocasiones son en detrimento de sus propios clientes.
También hay que decir que el control que ejercen empresas tecnológicas como Apple y Google sobre el mercado de los teléfonos inteligentes, con una cuota de mercado del 97%, lo que significa que eventualmente pueden limitar los movimientos y las decisiones de sus clientes. Estas limitaciones en ocasiones pueden jugar en contra de las políticas de la empresa.
Lo cierto es que actualmente se comienzan a ver ejemplos de este tipo de actividad en los casos en los que los dueños de tiendas de aplicaciones han prohibido que determinadas aplicaciones aparezcan en sus tiendas, incluso con frecuencia en contra de sus propias políticas establecidas. Lo que es un hecho es que son las aplicaciones prohibida las que van en contra de los intereses comerciales de las empresas más grandes, por lo que con frecuencia están destinadas a bloquear anuncios online u ofrecer aplicaciones gratis o a precios muy reducidos.
Uno de los ejemplos más claros se pudo apreciar cuando en el 2013, Apple eliminó la aplicación francesa AppGratis de la App Store. Tal acción recibió una atención significativa al punto que hasta la primer ministro francés Fleur Pellegrin tuvo que intervenir. También en Play Store se han presentado bloqueo de aplicaciones o la eliminación incluso, las cuales han sido prohibidas por motivos totalmente refutables.