Las cartas son consideradas por un amplio espectro de población como elementos llenos de simbolismo, e igualmente apasionantes. No en vano, tienen una historia bastante prolífica, cuyos orígenes se remontan a más de 1000 años atrás en el pasado; concretamente, su nacimiento llegó en el lejano Oriente. O al menos, así consta en los anales históricos. Desde aquel momento, su popularidad no ha parado de crecer, y ya llevan muchas décadas presentes en cualquier parte del planeta.
Con las cartas, el usuario tiene la oportunidad de disfrutar de un casi innumerable repertorio de juegos con sus seres allegados o en solitario. Están tan integradas en nuestra sociedad, que se puede jugar acudiendo a un local especializado, en casa, o inclusive, tirando de la modalidad online, y disfrutando de juegos de cartas por Internet, como es el caso por ejemplo de juegos de póker. El repertorio es bastante amplio, y dependerá del individuo en cuestión determinar por qué modalidad (o modalidades) se decanta para pasar un distendido rato.
Internet está presente ya desde hace poco menos que un par de décadas en la mayoría de ámbitos de nuestra vida, y las cartas no suponen en absoluto una excepción a la regla.
Para los establecimientos de juego tradicionales, el “boom” del fenómeno online supuso un duro golpe, del que todavía no han logrado sobreponerse. Y con razón…
Los portales de juego online se han llevado un pedazo muy importante de la cuota de mercado que antes poseían. Recuerden, que con carácter previo a esta frenética irrupción de las nuevas tecnologías, dichas empresas apenas tenían competencia (por no decir abiertamente que la misma no existía). Pero con el auge del juego online, esta tesitura cambió radicalmente.
No es casualidad que ya en la actualidad cada vez más usuarios se decanten por jugar desde su propia casa, haciendo uso del aparato electrónico del que dispongan, ya nos refiramos a un ordenador portátil, iPad, teléfono móvil, etc.
Sin duda, Internet ofrece una comodidad al potencial jugador fuera de toda duda, y contra la que no pueden competir estas casas de juego clásicas, que comercializan una experiencia física, acudiendo a un recinto habilitado para tal fin. Sin embargo, qué duda cabe de que, si no tenemos ganas de ir a ninguna parte para jugar ese día, o simplemente nos gusta más practicar la actividad en un “hábitat” más íntimo, el juego online es la modalidad que más se amolda a nuestros requerimientos.
Juegos de cartas tan tradicionales como la Brisca, el Cinquillo, Chúpate Dos, la Escoba, el Chinchón, el Juego del Mus, o el Tute, pueden encontrarse ya fácilmente en la red. Las empresas, conocedoras del tremendo filón que poseen entre manos, se esfuerzan por ofertar todas las modalidades posibles que puedan satisfacer al exigente jugador. Enumerar todos los juegos nos llevaría largo tiempo, pero no podíamos zanjar dicha temática sin citar (aunque sea de manera somera) al Póker, que cada vez son más los adeptos a este juego de cartas.
Este juego ha evolucionado tremendamente con el paso del tiempo, durante los años precedentes. El póker es minuciosamente regulado por las leyes que se encargan de los juegos de azar, y los salones se han convertido poco menos que en salas de cartas y casinos. Su importancia así lo requiere, ya que se trata de la modalidad de cartas más practicada en el mundo, la cual ha crecido hasta pasar a estructurarse como todo un evento deportivo con torneos y competencias, que se efectúan casi cada semana en algún rincón de la geografía del Planeta Tierra.