El comercio electrónico es imparable. Las últimas estadísticas recogidas en España por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) hablan de un total de casi 40.000 millones de euros facturados en el país durante 2018, un crecimiento del 29,1% con respecto al año 2017 que demuestra una tendencia al alza que no tiene intención de frenar. Las tiendas online se extienden ante los consumidores, que no dudan en recurrir a ellas.

Datos muy interesantes que hacen que la nación española se coloque en cuarta posición dentro del continente europeo como uno de los países con más ventas en e-commerce. En la cabeza siguen Reino Unido, Alemania y Francia, en ese mismo orden, con unas cifras que superan ampliamente las españolas, pero que cada vez se van acortando más con el paso del tiempo.

Si bien es cierto que, en los últimos años, algunos servicios de dropshipping también han estado ganando terreno, el grueso de las ventas se lo siguen llevando los grandes referentes internacionales. Amazon y AliExpress son los nombres que más se repiten a la hora de preguntar al público dónde y cómo hacen sus compras por internet. Los gigantes no frenan, hasta el punto de que están comenzando a abrir sus primeras tiendas físicas en el país, como es el caso de la plataforma de e-commerce de Alibaba, que ha abierto un establecimiento en el Intu Xanadú de Arroyomolinos recientemente.

¿A qué se debe el crecimiento de las ventas del comercio electrónico en España?

Son muchos los factores que han llevado a que el crecimiento del comercio electrónico sea una constante en territorio español. Según los datos de ecommerce recogidos en 2019, las compras online se están extendiendo a una parte cada vez más grande de la población, y esto se debe sobre todo a las comodidades que se ofrecen en las tiendas digitales.

Precios, comodidad y variedad

En primer lugar, la diferencia de precios con respecto a las tiendas habituales es lo que marca la primera diferencia, y la primera ventaja para los compradores digitales. Las plataformas de ecommerce más populares suelen contar con precios mucho más bajos y con ofertas que resaltan su competitividad, garantizando una mayor capacidad de ahorro al comprador en todo momento, incluso aunque se sumen gastos de envío.

Por otra parte queda la comodidad. Gracias a estas plataformas, los usuarios tan solo tienen que coger su smartphone o su ordenador, acceder a la aplicación o la web de la tienda, echar un vistazo al catálogo y pedir aquello que desean. Tras un proceso tan simple como este, la mercancía llega al domicilio indicado en uno, dos o tres días como máximo. Se reducen las esperas y se disparan las comodidades.

Como último punto, cabe destacar la enorme variedad de productos que se pueden encontrar por internet. Este es uno de los principales factores que están estimulando las ventas a través de plataformas digitales, y es que los usuarios pueden buscar y dar con prácticamente cualquier tipo de producto a través de la red, sin tener que recorrer tiendas ni ir preguntando. Una sencilla búsqueda otorga miles o millones de resultados.

Población joven, la más interesada

Analizando los datos y estadísticas sobre el movimiento del e-commerce en España, queda claro cuál es el perfil de comprador que mueve más dinero en internet. La edad media es de 41 años, con unas tres compras al mes hechas en plataformas online y un gasto medio de 64 euros por compra. Este es el perfil más habitual, pero no el que realmente está aumentando las cifras en el país.

Los responsables del crecimiento son los jóvenes de entre 16 y 24 años, más conocidos actualmente como la generación Z. Ellos son los que hacen más compras mediante plataformas digitales, dado que realizan un uso mucho más habitual de las nuevas tecnologías y confían aún más en lo que proponen las tiendas online como Amazon o AliExpress. Sus cestas suelen tener un importe menor al perfil medio, pero el total de compras es mucho más grande.

Dropshipping, el otro impulsor

La estrategia del dropshipping también ha ido ganando mucho terreno en las ventas realizadas en territorio español en los últimos años. Su concepto es sencillo: el vendedor construye una tienda online con productos que no tiene en stock. Cuando el usuario compra, el envío y la entrega de productos los hace otra empresa, denominada dropshipper, que es la que sí dispone de stock.

Los minoristas hacen de mediadores entre la empresa del producto y el comprador, abaratando costes y ampliando las posibilidades tanto de venta como de compra. La fórmula funciona, y es que recientes estudios han demostrado que los negocios que recurren a este sistema tienen un 50% de probabilidades de ser más rentables.

Numerosas firmas han apostado por este sistema, sobre todo viendo cómo cada vez se están proporcionando más facilidades para ello. Gracias a este planteamiento, los usuarios tienen más posibilidades de encontrar productos más específicos sin tener que bucear en los catálogos de las grandes tiendas online, topándose con portales que garantizan una confianza absoluta y la calidad de las marcas con las que trabajan.

Otro buen estímulo para el comercio a través de internet, con una fórmula flexible y sencilla a la que cada vez se acogen más negocios. Comprar online ya es un hábito entre consumidores, y es que las opciones son cada vez más variadas.