Qué es la reputación online y cómo gestionarla

Entre todo el contenido que se vuelca en Internet, y que no cesa en ningún momento, se puede hablar de determinadas marcas, productos, servicios, personas… Y probablemente, alguna de esa información tenga que ver con la marca para la que trabajamos, por lo que afectará directamente a su reputación (bien sea negativa o positivamente, dependiendo del contenido).

Ese cúmulo de contenido y menciones compondría nuestra reputación online, que recala en la imagen de nuestra empresa. Que esa imagen se construya sobre comentarios positivos que animen a los consumidores a probarla o que aseguren el buen hacer de la misma es algo prácticamente idílico. Por ello se hace tan importante conocer qué dicen de nosotros, seguirlo y “controlar” esa información. Es decir, gestionar nuestra reputación online.

De nada vale invertir grandes presupuestos en campañas de marketing o publicidad si no cuidamos lo que nuestros usuarios, que son los que realmente elevan el valor de nuestra marca, hablan de nosotros. O si no les agradecemos sus comentarios positivos y los hacemos sentir parte de la marca, para que se sientan uno más y estén más receptivos a la hora de generar más menciones positivas.

Además, debemos tener en cuenta que dependiendo de quien haga esas menciones (periodistas, influencers…), pueden aparecer en los primeros resultados en los buscadores y manchar la imagen de nuestra marca. Por eso es tan importante conocer ese contenido para encauzarlo hacia donde nosotros queramos

Entonces, ¿cómo gestionamos nuestra reputación online para sean las menciones positivas las primeras que aparezcan en los buscadores? Son tres las fases principales que debemos trabajar para gestionar y construir una buena reputación online:

Monitorizar

Busca información sobre tu empresa en Internet para conocer qué se está hablando de ella y quién lo está haciendo. Solo así podrás conocer la imagen proyectada de la marca.

Puedes hacerlo a través de sencillas búsquedas o utilizar herramientas concretas como Google Alerts, Google Blog Search, Google News

Una vez hecho esto, hemos de analizar el contenido para conocer el sentimiento que proyecte. ¿Es positivo? ¿Negativo? En cada uno de los casos deberemos trabajar de forma diferente, si bien los mensajes negativos deberán ser prioritarios en nuestra lista de tareas, para intentar corregirlos lo antes posible.

Valorar

Ya sabemos quién dice qué y ahora nos toca investigar porqué lo dicen. Agradece los comentarios positivos y analiza los negativos. Si la crítica es cierta, asúmela y piensa cómo puede hacer tu marca para mejorar. Si no es cierta, intenta que el usuario cambie su opinión mostrándole hechos que la desestabilicen.

De esta forma podremos reposicionar el contenido, haciendo que el positivo ocupe los primeros resultados en los motores de búsqueda y el negativo se quede en un segundo plano o desaparezca.

Participar

Crea contenido y difúndelo en la red. Cuanto más activos seamos en Internet más nos indexará Google. Además, es otra manera interesante de eliminar el contenido negativo. Si lo generamos nosotros mismos relegaremos a las últimas posiciones las menciones generadas por terceros.

 

 

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