La figura del Troll en peligro ¿tiempos de mordaza?
Todos los que estamos familiarizados con el mundo del marketing online nos hemos tenido que enfrentar en alguna ocasión con un troll, pero ¿Qué es un troll? Para los no iniciados en el mundo de Internet y para aquellos que no se han sumergido en las profundidades de la red de redes, un troll es un usuario que se dedica a provocar deliberadamente y sin una causa justificada a otros usuarios, a otros contactos de sus redes sociales, o lo que es peor, a un web master o a un community manager, atacando de forma indiscrimanada la reputación online de una empresa.
Si aún no te has cruzado con uno de estos «personajes» posiblemente es que no estás haciendo las cosas del todo bien o tu empresa no tiene la suficiente relevancia en el mundo online, tiempo al tiempo, todos nos encontraremos con este usurpador de almas cibernéticas.
De hecho, en el manual de todo buen Community Manager se aconseja no borrar los mensajes hirientes de estos acosadores, esto es, debemos ser transparentes en la gestión de nuestra reputación online y contestar educadamente a estos tipos que trabajan en la sombra, sin meternos en su juego de violencia y lenguaje soez. Piénsalo, nosotros no somos así. Puedes leer más sobre las funciones de un Community Manager en este artículo de nuestro blog: 12 competencias de todo Community Manager.
Nueva ley contra el Troll en Reino Unido
La noticia surge ahora, porque en Reino Unido se está preparando una ley (que aún tiene que ser aprobada) para endurecer las medidas que castiguen este tipo de comportamiento. Hasta ahora las penas máximas para este tipo de personas, cuya única aspiración en la vida es hacer daño y destruir el trabajo de otros, era de 6 meses de prisión y se regulaba a través de la denominada Malicious Communications Act.
Ahora el Ministro de Justicia británico Chris Grayling se ha erigido como el defensor de las personas en Internet y esgrime con determinación la bandera de la protección en Internet y por ende, de una ley que lucha contra los trolls.
Así pues, ha propuesto un nuevo proyecto legislativo que entre otras medidas, viene a aumentar en hasta dos años, las penas de cárcel para las personas que atenten contra la integridad de las personas.
El lío ha venido, por la noticia de que la modelo Chloe Madeley, ha sufrido importantes abusos de un troll que está a medio camino entre el acosador y el instigador. Así pues, la nueva ley ya se conoce en todo el Reino Unido como la Ley Chloe.
En los límites de la libertad de expresión
Ahora bien ¿No estaremos entrando en un territorio pantanoso en el que se pretende coartar la libertad de expresión? Rotundamente no.
Internet no es ése otrora medio en el que no había leyes, en el que todo era nuevo y en el que parecía imperar la norma del «todo vale». Existen demasiadas lagunas (pantanosas) legales en el mundo cibernético, que sirven de excusa para que algunos desalmados campen a sus anchas y hagan la vida imposible a otros usuarios con la excusa de que «En Internet pueo hacer lo que me plazca».
Una cosa es buscar la polémica y la notoriedad, y otra cosa arremeter con violencia injustificada a otras persona o a una empresa. Entendedme, el debate bien llevado es enriquecedor. Conozco a mucha gente que disfruta más leyendo los comentarios y anotaciones de los usuarios que las propias noticias que circulan por la blogosfera.
Internet es un medio maravilloso que permite conectar a millones de personas que se encuentran en cualquier parte del mundo. El ser humano desde siempre, ha sentido la necesidad de estar conectado con otros de su misma especie e Internet ha abierto un camino único para ello. Si bien es cierto que estamos tendiendo hacia una alienación en la que soy incapaz de hablar con la persona que tengo a mi lado mientras chateo con otra persona que quizá esté a miles de kilómetros de distancia. Pero éste es otro asunto.
Debates morales a parte, todo necesita ciertos límites que frontericen las normas básicas de la educación y la buena conducta. Se acabó eso de hacer daño psicológico a otros usuarios mediante comentarios abusivos, falaceas trasnochadas y complejos mal tratados. El troll en Internet comienza a tener los días algo más contados. Todo el mundo tiene derecho a expresar su opinión libremente, siempre que ésta se exprese desde el buen gusto y basándonos en argumentos razonables y demostrables.
La verdad nos hará libres…
Fuente Imagen: Pixabay.com
Como bien comentas, la aparición de leyes que moderen el comportamiento en Internet es inevitable y en cierto modo, beneficioso en muchos aspectos. Pero tanto en la esencia misma de la Red como de las leyes que moderan su uso, todo debe presentarse en su justa medida para no delimitar la libertad de expresión. Muy interesante el artículo.
Hola Cristóbal,
Me parece muy interesante esta noticia sobre lo que quiere hacer el Reino Unido. Yo creo que realmente no es justo que un individuo ataque sin argumento a una empresa o marca por el simple hecho de hacer daño. Y es que, para tener transparencia creo que es primordial el respeto por ambas partes y que se basa en un «win win», si una de estas partes empieza a competir en lugar de colaborar, la otra tiene las de perder. Así que, regular de alguna forma esto me parece adecuado aunque lo veo delicado ¿Cómo saber quien tiene la razón?¿El comentario realmente no tiene sentido?¿El cliente está realmente enfadado con la empresa o marca?… ahí lo dejo!
Un saludo, muy buen artículo!
Gracias por los comentarios, lo cierto es que el artículo implica muchísimas reflexiones, pero lo que parece trascender es que realmente este tipo de acciones necesita una regulación. Saludos